El famoso artículo 61, apartado g), en el que se prohibía “la tenencia y el uso de munición que contenga plomo durante el ejercicio de la caza y el tiro deportivo cuando estas actividades se ejerzan en zonas húmedas incluidas en la lista del convenio relativo a humedales de importancia internacional, en la de la red Natura 2000 y en las incluidas en espacios naturales protegidos”, ha quedado redactado de modo que sólo afectará a los humedales RAMSAR que ya estaban protegidos con anterioridad.

Por otro lado, el artículo 61, apartado b), en el que se describía la prohibición con carácter general del ejercicio de la caza en épocas de celo, reproducción y crianza y durante el trayecto de regreso de los lugares de cría en el caso de especies migratorias, y que afectaba directamente a la caza de perdiz con reclamo y las aves migratorias, queda modificado de tal modo que serán las Comunidades Autónomas las que tengan las competencias pertinentes para autorizar o no su caza.

Finalmente, se ha conseguido que la Ley hable de medidas compensatorias para los propietarios o titulares de los terrenos que vean restringido su uso y que los vallados cinegéticos queden legislados como hasta ahora.

Tras varias horas de debate, todas las enmiendas han sido aprobadas con los votos a favor del PP, CiU y PNV y en contra del PSOE que, curiosamente, ha votado a favor del Dictamen de la Comisión dejando en tela de juicio la actitud que tomará, el próximo día 22 de noviembre, en el Congreso donde se votará definitivamente la Ley de Patrimonio Natural y la Biodiversidad.

En esta definitiva prueba la Ley queda supeditada a un sí o un no por parte de los miembros del Congreso. Si se aprobase, la Ley quedaría redactada con las modificaciones que se han aprobado esta mañana en el Senado pero, en caso de que no sea así, entonces la Ley de Patrimonio Natural y la Biodiversidad quedaría redactada con el formato anterior a esta modificación y que tantas controversias ha creado en el sector agrícola y cinegético.