Su vuelo es fuerte, directo y rápido con batido de alas breve pero regular, planeando a intervalos y llevando el pecho muy sobresaliente, en especial segundos antes de aterrizar.
Camina por el suelo con facilidad y donaire, moviendo la cabeza y el cuello hacia adelante y atrás. Al levantar el vuelo si es asustada resulta muy ruidosa batiendo las alas con fuerza y produciendo un sonido al sacudir las alas hacia abajo.
No es muy dada a volar al descubierto en los meses primaverales y lo hace disimulando entre los árboles.
La altura de vuelo va a depender de varios factores, en primer lugar de las condiciones atmosféricas de cada día, con viento fuerte y en contra, las aves disminuyen la altura, la orografía del terreno, de la hora del día.
No suele volar a grandes altitudes, solamente cuando realiza la migración y al pasar por los cuellos montañosos, suele subir a los 2000 o 2500 metros. Sin embargo, cuando tiene factores climáticos a favor como el viento del norte puede llegar hasta los 3000, pero no es lo habitual.
La velocidad que puede llevar una torcaz ronda entre los 50 o 60 km/h, incluso a más si les empuja el aire a favor.
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