Comentarios (0) 28.06.2007. 04:15
En cuanto a la orientación en la migración, suelen utilizar el planeo térmico para trasladarse, consistiendo en el aprovechamiento de la formación de corrientes térmicas (columnas de aire caliente ascendente), o los rebotes de aire sobre las montañas. Las aves entran en las columnas cicleando para ganar altura, para posteriormente lanzarse en un planeo recto en la dirección general de la migración, disminuyendo de altura hasta que penetra en otra térmica ganando altura con el cicleo, así sucesivamente. Siendo esta técnica de vuelo la más eficaz de viajar y la que menos gasto energético produce.
Hoy en día se sabe que las torcaces se orientan sobre todo en relación al sol y con relación a los campos magnéticos.
Muchas teorías se han expuesto al respecto de su capacidad para encontrar el rumbo. Todavía hoy día no dejan de ser teorias. Sin embargo, puede suponerse con cierta precisión la forma en la que lo hacen.
Para llegar a su destino en su tramo final, emplea otro sentido de orientación, más evidente, basado en el reconocimiento previo de puntos fijos en varias direcciones: edificios, árboles, jardines, etcétera.
Queda añadir que si el cielo está cubierto por nubes, la paloma queda algo desorientada. A pesar de todo, su instinto de menotaxia puede ayudarla a continuar si es capaz de vislumbrar la intensidad y dirección de la luz por entre las nubes.
Si ya está orientada, puede continuar en la misma dirección hasta aproximarse a lugares más conocidos y poder refugiarse de los factores climatológicos adversos, como la tormenta, si bien es cierto que muchos ejemplares no llegan nunca a su destino si se encuentran bajo esta circunstancia.
La paloma tiene muy desarrollado su reloj biológico acorde con la latitud en la que se cría, de forma que tiene todos sus ritmos vitales adaptados a la intensidad y duración de la luz del lugar donde vive para cualquier época del año. Es regulado por un ciclo anual que les permite administrar la reproducción, la muda, y la preparación a la migración y un ciclo diario que les permite administrar la hora y las duraciones de las fases de alimentación.
Cuando la paloma siente la llamada de la migración, comenzará a tener distintos comportamientos:
· Unas semanas antes comenzará a comer gran cantidad de alimentos para proveerse del largo y agotador viaje.
· Su aspecto en cuanto al plumaje también cambiará.
· Tendrá un comportamiento de gregarismo, es decir, se irán agrupando en grandes concentraciones de torcaces, para emprender el largo viaje.
Se piensa que la variación de temperatura desencadena la producción de una hormona directamente vinculada a un impulso migratorio.
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